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Enfermedad respiratoria en el puesto de trabajo
El asma es una enfermedad respiratoria que suele ser crónica. Afecta a los pulmones y a las vías respiratorias con la inflamación de las vías respiratorias, estrechando los conductos por donde circula el aire hacia los pulmones.
No se puede identificar una causa exacta del asma; puede ser por genética o por condiciones en el ambiente. Sin embargo, puede haber desencadenantes que propicien la aparición del asma agravando los síntomas.
Asma en el trabajo
Muchos de estos desencadenantes pueden encontrarse en el puesto de trabajo. Al respirar polvos industriales o sustancias químicas, los trabajadores pueden sufrir asma ocupacional. Los causantes más habituales son el polvo de madera, la caspa de los animales, los químicos o los hongos, entre otros.
Las personas con ciertas dolencias respiratorias o con las vías respiratorias sensibles pueden desarrollar síntomas de asma ocupacional a partir de respirar estas sustancias desencadenantes.
Síntomas del asma ocupacional
Los síntomas del asma ocupacional son parecidos a los de cualquier otro tipo de asma: sibilancias, falta de aire, opresión en el pecho o tos. Además, también se puede sentir congestión nasal o irritación en los ojos.
La gravedad de los síntomas del asma ocupacional dependerá de la exposición a la sustancia desencadenante en el lugar de trabajo. Con una mayor concentración y un mayor tiempo de exposición, el trabajador podría sufrir más las consecuencias del asma ocupacional.
Estos síntomas podrían aparecer tan pronto se entre en contacto con la sustancia, o cuando se haya llegado a un nivel de exposición, o empeorar durante la semana laboral. De igual forma, podrían disminuir o desaparecer durante los fines de semana o vacaciones.
Sin embargo, si la exposición es muy alta, lo síntomas podrían volverse permanentes, o incluso desarrollar otras discapacidades respiratorias.
Profesiones con alto riesgo para el asma ocupacional
En cualquier entorno laboral se puede desarrollar asma ocupacional, pero hay ciertas ocupaciones con más probabilidades de manifestarse por las sustancias que se encuentran.
Las industrias que manipulan madera, por el aserrín; los trabajadores de industrias textil, por los tintes; industrias que trabajan con el plástico, por las sustancias químicas; veterinarios, trabajadores de la industria cárnica o pesquera, por la proteína animal, etc.
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Prevención ante el asma ocupacional
La mejor prevención para evitar el asma ocupacional es reducir la exposición de los trabajadores a sustancias químicas o agravantes de esta enfermedad. Si esto no es posible, es necesario que la empresa facilite los equipos de protección necesaria para los trabajadores que pueden llegar a padecer este tipo de dolencia u otras irritaciones derivadas de los elementos químicos.
Los equipos de protección respiratoria serán principales para protegerse ante este tipo de asma. Utilizar mascarillas filtrantes frenará la inhalación de los agravantes que pueden perjudicar al trabajador.
Por otro lado, la protección ocular como gafas o pantallas faciales también evitará uno de los posibles síntomas del asma ocupacional como la irritación en los ojos, así como que las sustancias tóxicas penetren en el organismo por las mucosas oculares.

Además, la correcta ventilación de los espacios también disminuirá la concentración de estas sustancias minimizando el riesgo para los trabajadores.
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