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El formaldehído en altas concentraciones puede provocar irritaciones y otras consecuencias más graves
El formaldehído es una sustancia química formada por hidrógeno, oxígeno y carbono. En su estado natural, se presenta en forma de gas incoloro inflamable y posee un fuerte olor característico. En niveles altos de concentración, puede provocar la irritación en nariz, ojos y pulmones.
¿Dónde se encuentra el formaldehído?
Este compuesto está presente en el medio ambiente, incluso los seres vivos lo producen en su proceso metablólico diario.
En áreas densamente pobladas puede encontrarse más presencia de formaldehído por los gases que desprenden los vehículos. Anque al aire libre o en el agua se descompone rápidamente.
Sin embargo, la concentración es superior en el interior de las casas, pues muchos productos de limpieza, medicamentos o alimentos utilizan esta sustancia.
El formaldehído también es muy utilizado en las industrias. Las áreas de trabajo en las que se manipula este componente presentan mayores cantidades o concentraciones. Doctores, enfermeros, dentistas, embalsamadores, agricultores, la industria textil o de la madera son algunos de los sectores profesionales que más se exponen al formaldehído y a sus consecuencias.
Exposición al formaldehído
Cualquier persona puede estar expuesta al formaldehído, y este penetrar en el cuerpo al respirar o ingerirlo. También a través del contacto con la piel, aunque solamente cantidades muy pequeñas.
En el organismo, el formaldehído se degrada rápidamente gracias a la capacidad de los tejidos y a la baja concentración que se encuentra de manera general en el ambiente.
Sin embargo, aquellos profesionales que manipulan directamente la sustancia están sometidos a más concentración del componente. En grandes cantidades, provoca la irritación de los tejidos, sobre todo en garganta, nariz y ojos.
Por otro lado, una exposición en alta concentración y durante largos periodos de tiempo puede desencadenar cáncer. Los cánceres más comúnmente relacionados con este tipo de sustancia son el cáncer nasofaríngeo y el cáncer pulmonar, pues es a través de donde el formaldehído penetra en el organismo.
Equipos para la protección ante el formaldehído
Los trabajadores que trabajan con este componente deben protegerse para tratar de evitar cualquier riesgo. La protección respiratoria es imprescindible ante el formaldehído, ya que la inhalación es la manera más común de entrar en el organismo y perjudicarlo.
Los equipos respiratorios de protección ante el formaldehído son unos filtros mixtos específicos que se adaptan a máscaras faciales completas o medias máscaras. En la descripción del producto y en el tipo de protección se indica expresamente que son aptos ante este componente. Los filtros 3M 6075 ofrecen protección ante vapores orgánicos y al formaldehído.
También servirán de protección los guantes de protección química para evitar que penetre en la piel, así como ropa o vestuario químico como manguitos o batas. El delantal con manguitos Microchem 3000 de Microgard tipo 3-4 cubre el cuerpo y los brazos evitando salpicaduras. Por otro lado, el buzo Tyvek Classic Xpert de Dupont es una solución para la protección total del cuerpo como traje con capucha y elásticos, con un diseño ergonómico.
Los protectores oculares panorámicos y adaptados al rostro evitarán que el formaldehído irrite los ojos. Gafas como la G-Proguard de Giss se ajustan al rostro procurando que cualquier gas, salpicadura o proyección penetre en los ojos.
Encontramos formaldehído de manera general en el día a día sin que este sea un peligro para la salud. Sin embargo, los trabajadores que lo manipulan y están expuestos durante largos periodos de tiempo deben procurar la protección adecuada para evitar que esta sustancia pueda ser nociva para la salud con irritaciones en los tejidos o incluso cáncer. Para trabajar con seguridad, hay que tener en cuenta los factores de riesgo y equiparse con la protección indicada en cada caso.